Tú no tienes consciencia. La consciencia no te pertenece. Nadie es dueño del cielo.
Tú ERES la consciencia, y todos los pensamientos y sensaciones surgen y se disuelven en tu eterna aceptación. Tú eres el hogar para la alegría y la tristeza, para la certeza y la duda, y hasta la desesperación puede ser arrullada en tus tiernos brazos, arrullada el tiempo que sea necesario. Todo tiene cabida en ti, tanto el relámpago como la caída de la nieve, e incluso el anhelo por llegar a casa es un amado visitante.
Tú nunca tienes que buscarte a ti mismo, y hasta la búsqueda es sagrada.
Tú no tienes consciencia, amigo, y la consciencia no te tiene a ti. Tú eres uno y lo mismo, indivisible e inseparable, la mayor historia de amor jamás contada.
- Jeff Foster
Tú ERES la consciencia, y todos los pensamientos y sensaciones surgen y se disuelven en tu eterna aceptación. Tú eres el hogar para la alegría y la tristeza, para la certeza y la duda, y hasta la desesperación puede ser arrullada en tus tiernos brazos, arrullada el tiempo que sea necesario. Todo tiene cabida en ti, tanto el relámpago como la caída de la nieve, e incluso el anhelo por llegar a casa es un amado visitante.
Tú nunca tienes que buscarte a ti mismo, y hasta la búsqueda es sagrada.
Tú no tienes consciencia, amigo, y la consciencia no te tiene a ti. Tú eres uno y lo mismo, indivisible e inseparable, la mayor historia de amor jamás contada.
- Jeff Foster
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