miércoles, 22 de junio de 2016

Francesco Una vida entre el cielo y la Tierra



CAPITULO-16
Almas gemelas 
Francesco abrió los ojos: el día brillaba, la música estaba muy alegre, los ángeles no paraban de correr y de reírse, y los maestros seguían instruyendo espíritus con la mejor de sus ondas. Sintió que estaba verdaderamente feliz; había estado con los seres más maravillosos del Cielo, había encontrado en esos guías muchas respuestas. 
También había sido gratificante ver a su hijo; eso había sido grandioso y entrar en él fue como hacer un viaje al paraíso. "Saldré a dar un paseo; parece que hoy será un día libre o, mejor dicho, hoy no hay ningún plan de paseo ni de enseñanzas programadas para mí", pensó. 
Francesco salió de su habitación de cristal, deslizándose por el aire, acompañado por el perfume de jazmines y de azaleas. 
Todos los seres que habitaban en el Cielo estaban sumamente alegres y hasta divertidos. Francesco no tenía noción del tiempo que había transcurrido desde que había partido al Cielo. A veces, para divertirse, se decía: "Hoy en la Tierra será lunes, martes, miércoles; ¡bah, para qué quiero saberlo!, después de todo, no hay diferencia entre un día y otro". Esa costumbre humana de creer que, porque es viernes, uno tiene que estar más alegre, y más triste los domingos a la tardecita... 
Esa mala costumbre de anclarse en los tiempos y en los días... cada día se puede encarar como el mejor, y puede, incluso, ser lunes. 
Sí, después de todo, lo que cambia no es el nombre de los días, sino la actitud con la que uno se predispone para enfrentarlos... Predisponerse suena a prepararse: prepararse a vivir cada día como si fuera el último de nuestra vida. 
Predisponerse todos los días a realizar grandes cosas y a vivir cada día con toda intensidad. 
A veces pequeñas actitudes o errores de los demás hacen que nos amarguemos el día. 
¿Por qué le vamos a dar el poder a otro para arruinarnos una hora, media tarde o un día entero? Me oigo hablar solo, filosofando para adentro. ¡Me resulta tan gracioso! Creo que en mi vida hablé tan poco que ni siquiera reconozco mi propia voz. 
Es increíble pasear y hablarme, las dos cosas al mismo tiempo. Después de todo valió la pena escuchar el sermón de los maestros, aunque esté muerto y no lo pueda poner en práctica. Me gustó conocer a los maestros; quizá conozca a muchos más o no, no lo sé. No me adelantaré a los hechos; que sea lo que tenga que ser. "Todo lo sabré cuando llegue el momento". Mientras Francesco hablaba consigo mismo, alguien muy especial se iba acercando, gracioso al caminar, simple y alegre. 
Era un ángel gordito, con rasgos muy parecidos a los habitantes de la India. Llevaba un arco y una flecha. "¿Será Cupido?", dijo Francesco para sus adentros. 
Sí soy Cupido -dijo el angelito colorido y alegre. Creí que eras parte de una leyenda o una mitología poética; nunca imaginé que existieras. 
Nadie se imagina las cosas porque sí. ¿Vienes a darme una clase sobre cómo enamorarme? ¿Tuviste alguna vez un amor imposible o platónico? No. 
A quien yo amé, me amó a mí y fui feliz. 
Me parecen tontos esos amores en los que uno solo ama. 
A veces son de a dos y no sirven.
Yo no tuve más que un amor y me fue bien. ¿Qué es lo que tengo que aprender de ti? 
No vine por ti, vine por tu hijo.
No entiendo, quisiera que me explicaras. 
Tú bajaste a la Tierra y pudiste entrar en él. Llegaste hasta el fondo de su alma, accediste a sus sensaciones, sus ilusiones; incluso lo viste brillar más de lo que has visto brillar a otras personas. Y te llamó la atención su luz y, a la vez, la mezcla de sentimientos que había dentro: eran un torbellino. 
Dime, Francesco, ¿eso es lo que sentiste cuando viste a tu hijo? Sí, exactamente eso, fue tal cual. Tú lo has dicho, pero te diría que era una corriente fluida y hasta mágica. 
Bien, explícame qué es lo que está pasando entre mi hijo y esa corriente. 
Tu hijo está enamorado. ¡Enamorado! Era hora de que ese grandulón tuviera una pareja y la disfrutara. 
No tiene ninguna pareja. ¿Pero no dices que está enamorado? Sí, pero está solo. ¿Y la otra parte? 
Y la otra parte está en otra parte. 
A ver, angelito... ¿mi hijo está enamorado de alguien que no lo quiere? No. 
¿Y entonces qué le pasa? 
Si quieres, te cuento... Sí, por favor.
Bien, yo soy el especialista en flechar a las personas para que se enamoren. 
Entonces flechas, se enamoran, se casan y, después de un tiempo, los vuelves a flechar, los vuelves a separar y a casar con otros. 
Tu trabajo, si es cierto que es así, es divertido para ti; es fantástico para el que es flechado, pero no para el que es abandonado. 
¡No te pongas así! Déjame que te explique; puedes creer o no lo que te cuento. Después de todo, eres un espíritu libre: puedes irte, si 
lo deseas. 
Yo quería simplemente enseñarte cómo funciona el amor, según me enseñaron a mí mis maestros. Puede que mi trabajo te parezca en algunos momentos algo perverso, pero no es así, y a mí me sigue pareciendo perfecto. 
Perdón, ¡no quise ofenderte! Yo soy un espíritu impulsivo y me imaginé que andabas flechando al azar, a todos los que te cruzaban, o que te divertías formando parejas disparejas, o casando y descasando gente. 
¡No! Si fuera así sería divertidísimo, pero para mí solamente, no para los otros. 
Mira, Dios se encuentra en el séptimo Cielo y desde allí hace nacer un alma. 
Al llegar al tercer Cielo el alma se divide en dos partes que no son exactamente iguales en tamaño. Podemos decir que la parte más chica del alma cae hacia un lugar y la otra más grande, cae en otro lugar. ¿Me sigues?
Sí, claro.
Ambas partes del alma van en busca de sus padres, entran en ellos, convirtiéndose en un nuevo ser y, luego de nueve lunas, nacen. 
Ahí, cada uno se nutre con su crianza, con sus creencias, valores morales y, como consecuencia, tendrá el lugar social que ocupa su familia. Irá adquiriendo sus costumbres y sus enseñanzas de cómo amar, y hasta tendrá una parte genética, que sería la marca que lleva cada persona. ¿Y tú como unes a esas almas? Busco el momento adecuado para hacerlo. 
¿Y cómo sabes cuál es el momento adecuado? El momento adecuado es cuando él o ella se empiezan a sentir mal; cuando no saben qué es lo que les molesta de la vida y no tienen paz interna. El momento adecuado es ése, cuando están solos y todo es desilusión, o están acompañados y sin embargo se sienten solos. ¿Tú flechas también a los que están en pareja? Sí. Entonces tú no haces el bien. 
El bien es estar feliz, solo o acompañado. 
Sé fiel a ti mismo; sentirás que quien está contigo, con solo mirarte, está diciendo: "está todo bien". Eso es estar en pareja, o estar casado, o convivir; llámalo como más te guste. Estar en pareja y sentir que estás molesto todo el tiempo, que no hay esa mirada que te transmite algo, es estar muerto en vida. 
¿Qué es lo que vienes a transmitirme? ¿Me vienes a enseñar cómo tendría que haberme enamorado? Porque en este lugar he tenido muchas enseñanzas de cómo tendría que haber manejado mi vida, pero creo que lo mejor que tuve fue el amor de mí pareja. 
Por supuesto que fue así; estoy totalmente de acuerdo en que has sido feliz con el amor de tu vida. No te olvides de que yo comencé a hablar contigo para explicarte qué era lo que le estaba pasando a tu hijo. 
Esto no impide que algún día te sirva de experiencia. ¿Por qué lo dices? ¿Los espíritus también se enamoran? 
Los espíritus o las almas son las que se enamoran, a los que yo flecho con mi flecha de almizcle y miel. 
Los cuerpos son sólo una consecuencia y un elemento para contemplar la alquimia del amor. Ya te expliqué que soy el ángel de los amores espirituales, de las almas gemelas.
¿Y qué diferencia hay entre un amor provocado por tus flechas y los que se flechan entre ellos? ¡Muy buena pregunta, Francesco! Los que se flechan entre ellos son los amores que nacen a través del conocimiento. 
En las primeras veces se ven y ni siquiera se registran; a medida que se conocen se van enamorando. Son dos seres que se ven porque comparten un trabajo, un estudio... 
Esos amores se razonan, se piensan y luego se sienten. 
¿Pero también son fuertes e importantes? 
No te quepa duda. ¿Y los que tú flechas? ¿Los flechas porque ellos no tienen la capacidad de hacerlo por sí mismos?
No. Tú sabes que todos tienen las mismas posibilidades; si quieren lo pueden hacer por sí mismos. Yo los flecho porque Dios lo manda; sería como decirte que es karmático. 
Cuando estas personas están juntas, se mueve una energía muy grande, que tiene que ver con la memoria de otras vidas que traen de siglos atrás. 
Quiere decir que dos personas se encuentran y sienten algo muy fuerte. ¿Eso es el flechazo? Voy a ser más didáctico: yo voy por el Cielo y flecho dos almas; esas dos almas, en algún momento se encuentran, se cruzan, y ahí aparece la vibración. Se siente una corriente que corre todo el cuerpo; los ojos se hablan, se miran y, sin decirse nada, se hablan con el corazón. Se siente como un volcán en erupción, una mezcla de sentimientos raros, pero fuertes. La alquimia de tu cuerpo cambia y, aunque esa persona roce tu cuerpo o te tome la mano en son de un simple saludo, queda su piel pegada a la tuya. Ese momento, ese encuentro, es uno de los más importantes que vive un ser humano. El que tiene la suerte de encontrarse con su alma gemela se encuentra a sí mismo. 
¿Y el que no la encuentra? 
Es porque no está atento, no está dispuesto, o los miedos lo atan. 
No estoy de acuerdo; hay mucha gente que va por la vida buscando un amor que la acompañe y se pregunta: "¿dónde estarás, amor de mi vida, qué no te puedo encontrar?" Quizá ellos lleguen a la vejez sin encontrarlo. 
No Francesco, ése es tu punto de vista y lo respeto, pero no es así. 
El que no encontró el amor es porque no estuvo abierto y dispuesto a encontrarlo. 
¿Pero si está dispuesto y no aparece? 
 Aparece. 
¿Y si aparece y uno cree que es un gran amor y se mete, con alma y vida, y luego esa persona te abandona? ¿Crees que después de una experiencia así es fácil volver a enamorarse? Nadie dice que es fácil, pero es posible. 
Si te equivocaste, rescata lo mejor de esa persona y no te asocies a lo doloroso, porque ese dolor no va a permitir que avances por el camino del amor. Sí vuelves a repetir el mismo error, entonces tú mismo buscando a la persona que te va a defraudar, para luego satisfacer una parte tuya, que termina diciendo: "son todos iguales, yo no tengo suerte, debería haberme quedado solo." Los amores del alma no tienen un final doloroso, pero pasan por desencuentros, por silencios, por distancias, y todo esto está puesto en el alma. 
¿Cómo es eso de que todo está puesto en el alma? Ya te conté que, cuando se encontraban, sentían que por dentro había una sensación de plenitud, como si un arco iris circulara por sus cuerpos, como si todos los aromas se juntaran para transportarlos al paraíso, y ese encuentro los devolvía a la vida como recién nacidos. Aparecía ese encuentro en un momento de su vida, estando solos o acompañados, a veces con pocas energías, cansados y decaídos. 
Justo cuando empezaba a sentir que la vida era rutina y aburrimiento, y que no quedaba otra solución que aceptarla, surgían los flechazos y cambiaba la alquimia de sus vidas. 
Les devuelven energía y esperanza, les vuelven a dar una nueva imagen en el espejo, se reencuentran con su propia esencia, y registran como nunca ese niño que llevan dentro, reafirmando su autoestima, haciéndolos sentir únicos e importantes. Estos amores son eternos; es posible que luego de ese encuentro pasen por desencuentros, porque es tan fuerte lo que les pasó que, inconscientemente, necesitan tiempo para aceptarlo; es también posible que, en ese periodo, se sigan pensando y se atraigan. 
Quizá se piensen a la mañana, apenas se despiertan, o a la noche, antes de irse a dormir, o en cualquier momento del día. 
El tema es que ese encuentro los enamoró y, pase lo que pase, ya no volverán a ser los mismos. 
Saben que hay una gran magia que los tiene atrapados y que los envuelve, remontándolos a las nubes. 
Si estar enamorado es estar en plena felicidad, ¿cómo puede el amor convertirse en un golpe que duela? Porque el amor es la esencia de la vida; lo más importante que tenemos, aunque no lo consideremos así. También te hace sentir en la cuerda floja; cuando tengas un amor, nunca pienses que no te lo mereces, que es demasiado. 
Siempre da gracias por lo que tienes y sé agradecido con el universo; si no, es probable que tu propia inseguridad y tu negatividad alejen para siempre ese amor. 
¿No dices que los amores flechados no se terminan? Nada se corta, si tú lo cuidas; digo que son más fuertes y resistentes. 
¿Puedes flechar a uno solo? Porque yo conozco personas que se enamoran de alguien, sin que ese alguien se entere de ese amor. 
Yo flecho a los dos, pero hay uno que está dispuesto a dar, a entregar todo, y la otra parte de esa alma gemela no es consciente de lo que siente el otro, hasta que se da cuenta. 
Lo que pasa es que los humanos no saben esperar; ya sé que no es fácil esperar sin desesperar. Si uno supiera aceptar en vez de esperar, viviría menos decepciones. 
Los tiempos acá arriba son absolutamente diferentes y es obvio que, a nosotros, esperar un año o más no nos cuesta nada. 
Pero las personas cuanto más esperan más se enloquecen, y piensan que el tiempo durante el que no ven a alguien que aman modifica los sentimientos; si no ven al ser amado, éste cambiará su afecto. 
Y si hay algo equivocado es pensar eso, porque los verdaderos sentimientos perduran para siempre; el tiempo es sólo una circunstancia, no es un obstáculo. El amor es lo más importante que tiene una persona para vivir. Es el alimento del alma. Es el motor de los sentimientos, la luz de las ilusiones. El cuerpo es el último eslabón por el que, a través de una simple caricia, uno siente que toca el cielo con las manos. 
Di tú si servirá, si sólo el hecho de pensar en alguien a quien amas, te hace cambiar de ánimo, y una sola palabra de esa persona te remonta hacia el cielo. 
Pero, si alguien a quien amas te lastima, también eso te transporta: con una simple palabra, te avienta hasta el pozo más profundo de la Tierra. 
Y ése es otro error; vives de acuerdo con el amor de los demás. Si te aman, te reciben o te aceptan, eres el rey de la Tierra. 
Y si alguien que es importante para ti te hiere, sientes que el mundo se viene encima.
¡Sí supieras que para que te amen los otros tienes que empezar por amarte tú primero!... 
Si yo me quiero, hago que los demás me quieran. ¿Ésa sería tu idea? 
Sí, ámate y da amor incondicional, y te amarán los demás. 
Conozco a muchas personas que se aman tanto a sí mismas que no les importan los demás. Esas personas dicen amarse. 
Por ejemplo.
Alguien se ama porque cuida su alimentación, se hace exámenes de rutina, le gusta ganar dinero, darse los gustos y, a la vez, disfrutar de la vida. ¿A esa persona la ves feliz? 
No. Porque se ama mal. 
Para quererte, no solamente necesitas cuidarte, darte los gustos y hacerte feliz, sino también dejar de ser individualista y tener un poco, solamente un poco, de solidaridad con el otro; de igual manera, sientes gratitud hacia el otro y eso también te llena el alma. 
Ésta sería la fórmula para que yo fleche a alguien: debe amarse, no con un amor egoísta ni egocéntrico, sino con un amor generoso, total. Sonreír, dejar atrás las broncas y los malos sentimientos, ser solidario y afectivo. 
Y estar atento a lo que pase.
Si tú te quieres, te respetas y dejas crecer a ese niño que quedó atrapado dentro de tu corazón, sabrás que el amor vendrá solo, cuando más lo necesites, en el momento justo; ni antes, ni después. Tú flechas a alguien; el ser amado le corresponde, se juntan y son felices. ¿Qué pasa si uno se enamora de otro y ese otro no lo toma en cuenta? Ese amor, ¿sería un amor platónico? Sí hago trampa, si flecho a uno solo, es porque esa persona que se enamora de alguien que no lo ama, necesitaba una ilusión, necesitaba baterías para vivir, necesitaba tener en su mente y su corazón una esperanza. 
Vive gracias a ese amor de uno solo; puede pasar mucho tiempo y no lo puede sacar de adentro de su corazón. ¿No te parece triste enamorar a una persona sola? ¿No crees que se sufre cuando alguien no te quiere? 
Sí, es fuerte, pero es necesario para que sienta que está viva. Ya llegará el amor a su debido tiempo; es necesario para que se le abra el canal del amor. 
¿Por qué hay tantas personas solas? 
Por que no están atentas, están a fracasos anteriores y piensan que todos los amores son iguales. Ya no confían más en el otro, y lo peor es que perdieron la confianza en sí mismas. Está escrito; es necesario que primero te ames tú y luego dejes que te amen los demás. 
Pero recuerda, Francesco, que cada uno tiene designada su alma gemela en su vida y que, siempre que estés dispuesto a encontrarla, la hallarás. Es fundamental saber la importancia de ser fiel a uno mismo, saber luchar por los propios sentimientos. 
Nunca te pongas excusas para lograr ser feliz. Aprende a amar con libertad; deja que la otra persona sea como quiera ser, que haga lo que le guste: no la quieras hacer a tu gusto. 
Eso de que los opuestos se atraen es mentira; tú no te enamoras de alguien que es contrario de ti, que no comparten los mismos gustos, que no piensa como tú, ni vive como tú.
Seré cruel con lo que te diré: uno ama, muchas veces, en el otro lo que quiere ver reflejado en su espejo, y admira lo que tiene el otro, porque uno no lo tiene. 
Uno es egoísta porque si, después de compartir años de su vida contigo, la otra persona empieza a cambiar, a ser como es, y a ti ya no te agrada porque no comparte tus gustos y tus pensamientos, empiezas a sentirte en posición incomoda y terminas siéndole infiel o la dejas. Entonces, debes ser fiel a ti mismo para que te sean fieles los demás. Sobre todo, deja que cada uno muestre su personalidad, que sea como tiene que ser, no como te gustaría que fuera. Cuando te vuelvas a enamorar, por un flechazo mío o por un amor que nace del conocimiento, da lo mejor de ti, y recibirás lo mejor del otro. Pero si piensas que le has dado demasiado, que dar lo mejor de ti es peligroso, porque el otro se mal acostumbra, estás equivocado. 
Entrega de todas maneras lo mejor de ti, porque los que dan lo mejor, en algún momento, tienen su recompensa. 
¿Y mi hijo tendrá un final feliz con ese amor desencontrado? 
Lo tendrá en el momento justo: cuando su corazón deje de sufrir por no tener respuesta del otro lado. 
¿Y yo qué puedo hacer para ayudarlo, si sólo puedo aparecer en sus sueños? 
No es necesario que le hables, con sólo soñarte él se sentirá más calmado. 
Desde aquí no puedes hacer más que eso. 
Sólo piensa que él tiene que vivir sus propias experiencias. Por más que le digas qué cosas tendría que buscar para ser feliz, él va a elegir lo que desea, aunque a veces lo que no desea no es lo que le conviene. Déjalo. 
Que él sólo entienda el lenguaje del corazón, que él solo interprete sus sueños. 
Aunque la razón no esté de acuerdo con los sentimientos, él sabrá librar esa lucha interior. Ahora entiendo por qué, entre todos los ángeles, te eligieron a ti para ser Cupido.
¿Qué quiere decir? 
Eres tierno, travieso, inocente; eres cálido y alegre. Me encanta estar contigo; tienes algo muy fuerte que transmites, como una gran paz. Gracias, Francesco, por cómo me has definido, pero así es el amor; con todas las características que me pusiste a mí, y esa gran paz es la que te da también el amor. Quizá más adelante puedas acordarte de esta conversación y ojalá te sirva para algo o para mucho. 
Recuerda que yo existo y estoy siempre dispuesto a ayudarte a encontrar tu otra mitad. Gracias, Cupido, querido angelito. 
Recuerda que Francesco no fue tu mejor alumno, pero que, a esta altura sabe reconocer sus errores, y uno de ellos fue creer que todos crecían porque sí, sin analizar ni profundizar en nada. A veces, la vida se convierte en una goma de mascar que a medida que se mastica va perdiendo el gusto, y otras veces se convierte en un jugo maravilloso que, cuando lo saboreas, te va gustando más. 
Nadie te enseñó que la vida era un regalo de Dios para que la bebieras hasta el fondo; porque si hubieras vivido cada situación con tus sentidos, te habrías sentido totalmente feliz. 
Yohana Garcia.
http://lasalmaseternas.blogspot.com.es/

Recuperemos la inocencia

(Por Julio Andrés Pagano) Aprendí de un mago anciano el antiguo arte de saber cuándo aparecer, para que brille en tu rostro una bella sonrisa que ilumine tus pasos. También me enseñó a crear, con palabras sencillas y puras, una sutil escalera que te lleva de la Tierra al Sol, de modo que recuerdes tu esencia divina en los momentos más críticos. Sentí, este instante es mágico. Sagrado. Hilvanaré estas letras, con la frecuencia del amor, para que los escalones cobren vida y tu cuerpo se eleve. Ascender es volver a Ser. Recuperemos la inocencia.
Hermosas flores, de radiantes colores y refrescantes aromas, están al pie de este sendero cristalino que hoy nos invita a subir para dejar de sufrir por las cosas mundanas. ¿Lo podés ver? Cada peldaño tiene el sensible y amoroso don de encender en tu corazón el recuerdo inmaculado de las cosas esenciales. A medida que subimos, sentimos que el cuerpo se ilumina y gana en liviandad, pues el cálido resplandor que vamos recibiendo despoja nuestras células de todo lo denso. Despacio, disfrutemos, no hay apuro.
La magia existe. Cada escalón también tiene la gracia de ayudarte a evocar las pruebas que pasaste en tu largo e intenso recorrido. Observá cómo las imágenes que aparecen en el piso van transmutando y dejan ver sus enseñanzas ocultas: la adversidad, el sufrimiento, la incertidumbre y la crueldad revelan que la confianza, la sensibilidad, la fe y la compasión estaban ahí, debajo del disfraz, para ayudarte a seguir creciendo. ¿Comprendés por qué es hora de celebrar? Muchas fueron las enseñanzas recibidas.
A medida que los rayos del Sol van recorriéndote, los dolores del cansancio desaparecen. Vivir en el mundo sin ser del mundo es nuestra tarea, sin embargo una y otra vez quedamos atrapado en la ilusión de creer que todo se limita a lo que experimentan nuestros sentidos. Es por eso que agradezco, de todo corazón, al sabio anciano que por amor me enseñó a crear -en la densidad de la materia- esta luminosa escalera que hoy nos ayuda a recordar que somos espíritus viviendo una increíble experiencia humana.
Entre tantos millones de personas, este mensaje te buscó para que tengas presente que todo pasa. No hay caos que pueda doblegarte. Sos luz, confiá. Continuá liberando tu esencia sanadora. Ascendemos a una nueva dimensión, tu espíritu lo sabe. Contemplemos la vida con los ojos del alma y apreciemos lo que resta de este apasionante y vibrante juego. Volvamos a sentirnos. Volvamos a lo simple. Volvamos a lo puro. Oí tu corazón. La vibración del amor nos llama a vibrar en Unidad. Recuperemos la inocencia.

Con las alas abiertas


Con las alas abiertas
(Por Julio Andrés Pagano) Con toda la fuerza que puedo irradiar, acudo a tu encuentro para que podamos generar una poderosa onda expansiva, luminosa y reluciente, que diluya la oscura barrera que a través del miedo procuran densificar, bloqueando los corazones que presienten que ya es momento de abrirse y despertar para poder humanizar. Sentí, esta es una incitación consciente a expandir la más cristalina y revolucionaria señal del cambio, sirviendo, por amor, con las alas abiertas.
Puede que te preguntes cómo haremos para desencadenar un pulsar que emita una energía tan vigorosa y brillante, sin embargo tu espíritu sonríe porque sabe la respuesta: nos vamos a vaciar. Daremos vuelta la bolsa para que caiga hasta la última semilla. Por amor, liberaremos todo lo aprendido. Vamos a compartir, sin restricciones, lo que hayamos podido generar. Así es como lograremos provocar una profunda e increíble eclosión que abra todos los corazones.
¿Podés imaginar la colosal ola de luz que gestaremos al transferir lo más apreciado que hemos creado? Visualizá, a modo de ejemplo, a miles de seres liberando las patentes de sus inventos, anulando los derechos de autor, ofreciendo sus descubrimientos y herramientas sanadoras por amor. ¿Sentís el alto impacto? Tuvimos que aprender para luego desaprender, recuperando la inocencia, ahora es el tiempo de vaciarse para volver a llenarse y experimentarse en plenitud.
Vaciarse implica desapegarse. La mente protestará, justificará su bronca en que nadie valorará el fruto del esfuerzo realizado. Ante esa situación, quien sienta su corazón sabrá que nada nos pertenece, y que si vinimos a servir debemos aprender a soltar, compartiendo lo más puro que tengamos. Ese dar sin esperar, esa ferviente entrega consciente, será un bello y luminoso acto de amor, que por dentro dejará el dulce sabor de la tarea cumplida. Somos ángeles humanos.
Que nuestra respuesta al miedo sea la plena confianza en que vibrando en el amor co-creamos una armónica realidad, en donde Ser luz no es una excepción, sino la más simple y cotidiana expresión de una sincera y humana convivencia. Hoy la existencia nos estimula a impulsar esta gran onda de amor para que los corazones se abran y sincronicen con su verdadera esencia. La Madre Tierra necesita de más seres despiertos que amen y honren la vida con las alas abiertas.
Julio Andres Pagano

Juguemos otro juego

 
Juguemos otro juego
(Por Julio Andrés Pagano) Este mensaje se siente. Es un mágico pulsar. Viene a movilizar tus fibras más sensibles. Esta es la frecuencia inmaculada que ilumina el santo grial de tu memoria cósmica. Su sabia luz lleva a que tus células rememoren el eterno espacio sin fronteras que sólo se vivencia vibrando en el amor. Todo está entrelazado. No existe separación, excepto en el atrapante juego de la ilusión que nos manifestó separados. Despertá. Sintiendo somos Uno. Sólo Uno. Juguemos otro juego.
La vibración de estas palabras te recuerda que lo que tus células experimentan es lo que siente el Universo. Todo se mueve en una sutil y eterna danza espiralada. Así como las células forman tu cuerpo, éste es una célula de la Madre Tierra. La Tierra, el Sol, los planetas y las estrellas son las células de nuestra galaxia (Vía Láctea), y las galaxias son las gigantes células del Universo. Al ser todo Uno, siempre hay algo mayor que sustenta, contiene y pulsa dentro de cada corazón.
Así como el agua juega a ser copos de nieve o hermosas nubes, dentro de las hojas está el Sol jugando a ser de color verde. Ante los ojos del alma, la vida se presenta como un deslumbrante juego donde todo se entrecruza. Mires por dónde mires, sólo verás Unidad. Contemplarás un majestuoso despliegue de incontenible energía que cambia de estado y fluye constantemente. Hay ciclos dentro de ciclos. El vacío está lleno. Somos como los peces que no advierten el agua. Vivimos en un mar de abundancia, pero aceptamos jugar a que lo que abunda es la escasez.
En cada latido, en cada respiración, el Universo se expande y se contrae, elevando y trayendo de regreso las pulsaciones. Sentimientos, pensamientos y palabras viajan desde las flores hacia las estrellas, regresando para que experimentemos la frecuencia del caos o la armonía con que fueron emanadas. No hay separación. Todo es Uno. En el juego de la ilusión, se necesita que el corazón permanezca bien cerrado, de lo contrario no hay manera de sentirnos fragmentados.
Despertá. Juguemos otro juego. Un juego que no excluya y tampoco nos lastime. Juguemos a celebrar. Juguemos a sanar. Despertando rememoramos que la energía femenina y la energía masculina son formas complementarias de vibrar, que desarrollan en el amor su equilibrio alquímico perfecto. ¿Acaso ya no estás muy cansado de este juego tan violento que llamamos "realidad"? Recordá. Liberá la gloriosa esencia de tu memoria cósmica y juguemos otro juego.

Nada detendrá tu vuelo

 
Nada detendrá tu vuelo
(Por Julio Andrés Pagano)
Con la fuerza del espíritu que recorre este cálido mensaje se encenderá aún más tu corazón. Estas palabras traen a tu vida el resplandor puro de tu esencia. Tus acciones conscientes originan un presente más humano. El aire, el agua, la tierra y el fuego te acercan su bendición. La existencia te dice “Gracias”, esparciendo su potente luz en estas letras. Este es un testimonio físico del amor que sembraste. Nada detendrá tu vuelo.
Todo lo que hacemos genera vibraciones que trascienden la materia. Cada vez que extendiste tu mano para que otro se ponga de pie, una chispa divina fue lanzada al universo. Cada vez que tu sonrisa fue hacia un rostro ensombrecido, la vida tomó un color más intenso. Tus semillas han germinado en territorios de la inconsciencia. Muy pronto sus flores manifestarán un jardín que nació de tus entrañas, bajo el influjo divino.
¿Acaso suponías que tus acciones sensibles se habían perdido en el tiempo? En verdad te digo que no. Llorarías de felicidad si pudieses ver cómo la energía amorosa, que las propulsó desde tu centro, aún sigue viajando de corazón a corazón. Son ondas encantadas que encumbran y aclaran todo a su paso, creando campos de consciencia. Cada acto de amor es una hebra relumbrante que vivifica el escenario de una nueva humanidad.
Este texto porta el eco glorioso de tus buenas obras, para incentivarte a que no bajes los brazos. Cerrá los ojos. Tu pecho es ungido con el perfume sagrado que emana de la Fuente. Escuchá. La luz te llama a seguir andando. Todo tu ser lo siente y se conmueve. Viejas estructuras están cayendo a pedazos al no contar con tu energía. Ya no podrán amarrarte con la soga invisible de la manipulación y el engaño. Tu corazón te orienta.
Siempre que palpites que tu ánimo se desmorona, elevá tu mirada al cielo en busca del calor del Sol. Finos rayos, de sutil belleza, impregnarán tu alma para que cumplas con tu destino, confiando en tu voz interior. Donde quieras que vayas llevarás tu inestimable legado de amor y humanidad, como si fueses un eterno lucero. Más allá de los escollos que puedan presentarse en el camino, la vida te sonríe. Nada detendrá tu vuelo.

★ღ- NO EDUCAS CUANDO ★ღ

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No educas cuando impones tus convicciones, 
sino cuando suscitas convicciones personales. 

No educas cuando impones conductas,
sino cuando propones valores que motivan.
No educas cuando impones caminos,
sino cuando enseñas a caminar.
No educas cuando impones el sometimiento,
sino cuando despiertas el coraje de ser libre.
No educas cuando impones tus ideas,
sino cuando fomentas la capacidad de pensar por cuenta propia.
No educas cuando impones el terror que aísla,
sino cuando liberas el amor que acerca y comunica.
No educas cuando impones tu autoridad,
sino cuando cultivas la autonomía del otro.
No educas cuando impones la uniformidad que adocena,
sino cuando respetas la originalidad que diferencia.
No educas cuando impones la verdad,
sino cuando enseñas a buscarla honestamente.
No educas cuando impones un castigo,
sino cuando ayudas a aceptar una sanción.
No educas cuando impones disciplina,
sino cuando formas personas responsables.
No educas cuando impones autoritariamente el respeto,
sino cuando lo ganas con tu autoridad de persona respetable.
No educas cuando impones el miedo que paraliza,
sino cuando logras la admiración que estimula.
No educas cuando impones información a la memoria,
sino cuando muestras el sentido de la vida.
-Rene Juan Trossero-

TU ERES HIJO DE LA LUZ

TU ERES HIJO DE LA LUZ
Tú eres hijo de la Luz
y decidiste nacer en este tiempo
de acuerdo a un compromiso milenario
para ser labrador y semilla
de la Nueva Tierra
Eres parte de un luminoso ejército
de hijos de la Luz
en cuyos corazones
resplandece mi voluntad:
realizar la más grande misión de Amor
de toda la historia de la humanidad
Este radiante Plan de Amor
es por Mí inspirado
supervisado por mis servidores
de inmateriales planos
y por tus hermanos mayores
de las estrellas
en cuya realización
tú trabajarás
Plan que ciertamente ha de coronar
con el reinado del Amor Universal
así como en tu corazón
así en el mundo
Tu labor es la siembra de Luz
de Amor y de paz
primero en tu ser
y luego fuera de él
para la elevación de las consciencias
y la hermandad de los pueblos
Enrique Barrios.

RECUERDA....

RECUERDA
Dejad que estas palabras 
lleguen al fondo de vuestro ser dormido.
Dejadme visitar los escondrijos olvidados de vuestra memoria,
emergerlos y mostraros la belleza escondida en ellos.
Recordaros el objetivo de vuestra venida a la densa materia:
dignificarla.
Despertaros de vuestra terrible pesadilla, raíz de sufrimientos: 
tu soledad.
Renace consciente de tu grandeza:
tu divinidad.
Eres la luz y la sombra,
El día y la noche.
Etéreo y palpable.
Nada es sin ti, 
pues tú eres el creador manifestado.
El arquitecto y su obra.
Recuerda.
Despierta.
Renace.
Amamántate con la leche vital,
prana, 
maná.
Respira y absorbe la Vida que te circunda,
fúndela en tu Ser.
Éste es el bálsamo que necesitas.
Está ante ti
el alivio de tus pesares, 
la cura de tus males:
saber y sentir que eres Dios.
Creador increado.
Recuerda.
Despierta.
Renace.
Ángel Hache

SINFONÍA

SINFONÍA
Otros nombres, otros rostros. Muchas tierras pisaron nuestros pies. Alentados por un deseo innato grabado a fuego, acordamos un nuevo encuentro y aunque nuestras personalidades sean hoy completamente diferentes y aun bañadas por la amnesia, un hilo conductor haría posible lo que nuestras almas anhelan. Nos planteamos nuevos retos, sabríamos que viejos conflictos podrían aparecer, más también conocíamos la fuerza que nos habita y los acabarían disolviendo. Somos capaces de comprender la singularidad de nuestro proyecto: un instrumento diferente a otros tocando en una sinfonía, una sinfonía inacabada que espera nuestra aportación creativa. Puede que con sonidos estridentes mientras ensayamos, descompasados… Posiblemente tardemos tiempo en alcanzar un sonido mínimamente aceptable, pero, ante todo, es y será el nuestro, nacido de nuestras entrañas. 
En cada una, en cada uno, está la melodía inscrita, tiene el ritmo que nuestros corazones quieren imprimirlo. Dejemos que siga fluyendo y nuestras personalidades dancen al compás, cada una diferente, mas imprescindible. Aunque tenemos todo el tiempo del mundo, es ahora cuando “los astros se han confabulado para que así sea”, porque nosotr@s lo hemos decidido así. 
Ofrezcamos la singularidad de nuestra alma, dejemos que nuestra personalidad esté en sintonía con ella. Trabajemos en la cotidianeidad, donde nuestros pies tocan tierra, pues el instrumento que tocamos no sabe de barreras de tiempo ni espacio. Paso a paso, sabiendo que no estamos sol@s. El Sol que tú ves es el mismo que veo yo.
Yo escucho el sonido de tu alma, ¿escuchas tú el mío? 
Una sinfonía está sonando. Unas palabras la acompañan: “Escucha la canción de la alegría…”
Ángel Hache

martes, 21 de junio de 2016

Francesco Una vida entre el cielo y la Tierra


CAPITULO-15

Visita al hijo 
Bueno, Francesco, hoy te has aburrido demasiado conmigo. ¿Qué te parece si damos una vuelta por algunas nubes? 
Hasta podríamos visitar a tu familia. 
Me parece estupendo, pero quien me enseñó a hacerlo no está en este momento conmigo, y no me animo si ella no está. Puede salirme mal.
Que te salga mal depende de tus ganas y de tu voluntad; no es necesario que otro te acompañe. 
Siempre hay alguna primera vez en la vida para todo; si te equivocas aprenderás y lo volverás a intentar, hasta que lo logres. 
No es necesario que pida permiso a algún maestro? Antes, cuando los quería visitar, tuve que esperar cierto tiempo para hacerlo. 
Eres libre. 
Si bien aquí arriba hay un orden establecido, tú puedes ir de visita como si vivieras abajo y salieras a visitar amigos. 
Bueno, ¿vamos en las nubes rosas o en las celestes? 
Elige tú; a mí me gusta disfrutar de todas. ¿Sabes que a mi me encanta viajar por el Cielo? ¡Es tan placentero que no se puede describir con palabras.
Cuando sientes placer, no lo puedes describir más que con sensaciones, colores, olores, porque esas sensaciones son las que quedaron como recuerdos en tu interior. 
Quisiera entrar en casa y ver a mi familia, saber si se encuentran bien. Si supiera cómo se sienten estaría más tranquilo; quisiera saber si, al yo entrar en sus sueños, los ayudé. 
¿Sabes lo que pasó cuando te soñaron?Cuéntame, por favor. 
Volvieron a tener fe, volvieron a sentir que podían creer en ellos mismos; aprendieron que uniéndose les sería todo más fácil, que las cosas no suceden porque sí solamente.
¿Quieres saber cómo van sus problemas? 
Sí, por supuesto. 
Te acuerdas de que la casa tenía una deuda y de que ellos no querían venderla, porque seguían apegados a tus recuerdos. 
No pedían ayuda ni consejo, no buscaban apoyarse ni en amigos ni en familiares; el hecho de haberte perdido y de que las cosas no mejoraban los estaba llenando cada vez más de resentimientos hacía los que los rodeaban, y de incapacidad para comunicarse. 
No se querían mostrar vulnerables a los demás; su orgullo los mantenía detenidos en sus propias cuevas. 
Entre otras cosas, también le dijiste a tu hija que cambiara de carrera, y así lo hizo. Un día su perro enfermó gravemente; parecía que en pocas horas moriría. 
Ella estuvo desesperada, apoyando a la veterinaria que se estaba ocupando de atender a Pancho, y se dio cuenta de que su verdadera misión era curar animales, porque los amaba y sentía un gran placer ayudándolos a sobrevivir. Pancho pasó el mal trance, no casual, y tu hija, gracias a su perro, encontró el verdadero camino. 
Vendieron la casa, a pesar de sus apegos; ahora tienen una más chica y, además, acogedora. Todavía no se han mudado; la semana que viene lo harán. 
Si se mudan, ¿cómo los podré encontrar cuando quiera visitarlos a través de algún sueño?
Es fácil, los encontrarás por su energía y por su vibración, que es única, como lo son las huellas digitales. Es cuestión de que abras bien tus antenitas. 
Los encontrarás como sea, así se fueran a vivir a la mitad del desierto. 
Mientras estaban hablando, se regocijaban sintiendo el aire del Cielo que les refrescaba el alma. El maestro le hizo una seña. 
Mira, allí está tu casa; si bajamos un poco más veremos a Pancho durmiendo.
Si quieres, seguiremos bajando.
Sí, ¡bajemos, rápido, bajemos! 
Pero hazlo con cuidado; los animales nos pueden ver y son perceptivos. 
Si lo despertamos, ante el más pequeño ruido que hagamos, ladraría tanto que despertaría a todo el barrio. 
Sí, pasó lo mismo la vez pasada. ¿Entras conmigo? 
No, yo te espero aquí. 
Francesco entró solo y recorrió la casa, y sin ese calor característico del hogar. 
Parecía que toda la familia ya se había despedido de ella. 
Todo estaba lleno de canastos de mudanza, pero todavía faltaban algunos portarretratos. Supongo que todavía están tristes por mi partida. Ojalá que mi amigo Tiempo los ayude a que todo esto pase con rapidez, que cuando recuerden tengan pensamientos de amor, sin dolor ni lágrimas ni tristezas. ¡Ahí está mi hijo! ¡Está enorme! ¿Seguirá creciendo después de los veinte? ¡Parece que sí! 
Entraré en este terremoto inquieto y desafiante, en este muchachito tan introvertido. 
A veces resulta difícil saber lo que piensa, porque habla poco. Es más fácil saber lo que siente, porque su mirada refleja sus sentimientos. 
 Espero no haberle dejado demasiadas responsabilidades para desempeñar el papel del hombre protector de su familia. 
Entraré antes de que despiertes; allá voy... Pasado un cierto tiempo, Francesco salió del cuerpo de su hijo y se dio cuenta de que lo había hecho muy bien. Pero había algo especial en ese chico, una mezcla de alegría y de tristeza, de compañía y de soledad. 
Su luz era muy clara, muy brillante; eso era indicador de la buena energía de sus sentimientos, pero parecía muy contradictorio lo que había podido interpretar en el alma de su hijo. 
Francesco salió al patio donde se encontraba jugando su amigo, Tiempo, con Pancho. 
¿Y cómo te fue? Me fue bien, eso creo.
Se te ve un poco pensativo. ¿Puedes decirme qué es lo que te preocupa? 
Sí, claro, quizás puedas ayudarme. 
Tuve un encuentro hermoso; estoy orgulloso de mi hijo. Tenía una muy buena vibración, pero había una mezcla de sentimientos y sensaciones tan contradictorias, que no te sabría explicar con palabras lo que él estaba sintiendo dentro de su alma. 
Te escucho y puedo entender algo de lo que me estás contando, pero no creo que yo sea la persona indicada para sacarte de las dudas. Quizás cuando lleguemos al Cielo encuentres a algún maestro que pueda darte respuesta en relación con esos sentimientos de tu hijo. Todavía tengo que preguntar tanto, que no me iré del Cielo hasta obtener todas las respuestas. Después de todo, no sé si podré volver a vivir esta experiencia, ¿no te parece? 
Y qué te queda por saber? 
¿Puedo preguntarte? Sí, claro. 
Si puedo, te contestaré.
Tú has visto a Dios? ¡Sí, por supuesto! 
¿Y cómo fue ese encuentro? 
No te lo puedo describir con palabras; cuando lo tengas delante, va a ser porque estás preparado para el final del gran principio. ¿Qué es lo que quieres decir? 
Lo sabrás a su debido momento. 
Cuando tengas delante al Dios contemplativo y piadoso te darás cuenta de que, cuando estabas vivo, lo tuviste muchas veces a tu lado, lo sentiste y lo escuchaste. 
No lo has visto en presencia. No se hizo visible a tus ojos y sí se hizo sentir en tus sentimientos. ¿Y qué es "el final del gran principio" del cual hablas? Ya lo sabrás. 
No te adelanto nada pues no te servirá saberlo; te lo dejo a la imaginación, pero ten cuidado, ya que el que es imaginativo es, a la vez, creativo y también corre el riesgo de ser destructivo, al crear imágenes futuras. 
Así que sería conveniente que elijas imaginarte algo bueno sobre tus dudas. 
Piensa en positivo siempre; es la única forma de que obtengas lo que quieres tener. 
Uno es lo que piensa, y a la vez manda al cosmos ese pensamiento; si lo sabes pedir, llegará sólito el resultado que esperabas. 
Si has tenido a lo largo de tu vida situaciones maravillosas, éstas vivirán eternamente en el rincón de tu alma. 
Si has vivido situaciones negativas que formaron cicatrices en tu corazón, no te preocupes, porque las situaciones maravillosas pueden, con su esplendor, borrar las marcas del dolor. 
Agradece todo lo que has tenido y tómalo como un regalo de Dios o como un premio a tus buenas acciones. 
Y lo que no has querido que te pasara y realmente te pasó, recuérdalo como un acto de aprendizaje, una enseñanza para crecer. 
Sí vuelves a repetir los mismos errores no culpes a nadie, simplemente no has aprendido la lección y tienes que volver a pasar la prueba. La vida está llena de lecciones, errores, aprendizajes y reaprendizajes; cuando la lección se aprendió la llamamos "experiencia". Esa palabra que suena a sabiduría y a tener que haber pasado por algún momento de sufrimiento o de fracaso.
¿Por qué será -te vuelvo a repetir- que las personas recuerdan las experiencias dolorosas y tristes, y no reviven como experiencia los triunfos? ¿Te fue mal? Te sirvió de experiencia. ¿Te fue bien? Has tenido suerte. 
Las personas son seres maravillosos y nobles, con gran capacidad de amar con todos los sentidos. Pueden crear, cada vez con mayor perfección, una mayor calidad de vida; saben hacer máquinas perfectas, naves espaciales y hasta crear vida donde las posibilidades casi son nulas; pero no saben diferenciar quiénes los aman de verdad, ni quiénes las pueden ayudar a abrir las puertas de su vida. 
¿Por qué piensan siempre lo peor? 
Pareciera que esa percepción que tienen les sirve solamente para ver lo malo.
Tienes razón, muchas veces me imaginé cosas terribles, que me angustiaron, me hicieron daño y ni siquiera logré algo positivo. 
Cuando deseé algo con toda el alma, y puse mi mente y mi cuerpo para lograrlo, lo pude hacer realidad; mi pedido vino sólito. 
Muchas veces estuve a punto de desistir de ese deseo, porque el tiempo pasaba y los resultados no aparecían, pero cuando estaba a punto de bajar los brazos todo se resolvía.
Lo peor que puedes hacer es bajar los brazos, porque te has derrotado solo. 
Quizá las circunstancias no sean las apropiadas, pero no te desanimes, porque sí te rindes, fracasas y no sabrás si faltaban sólo unas horas para que se cumpliera tu sueño. Nunca sabes si tu felicidad está a la vuelta de la esquina y tú das la vuelta a unos pasos antes de llegar. ¡Todos son lindos aquí! 
Y cuando vivías, ¿no eran todos lindos? 
No, algunos eran tristes. Hay que aprender a vivir en días nublados, a atravesar tormentas, nubarrones, vientos, porque después de todo siempre sale el sol. Días de sol, días de sombra; eso es lo que tenemos que pasar las personas que elegimos vivir. 
Bien, amigo filósofo, dame un tiempo para volverme a encontrar contigo y seguiremos hablando más adelante. 
Me voy feliz, Francesco. 
Fue un placer acompañarte; ahora descansa, que yo tengo que seguir mi camino. 
Gracias por todo. 
No, gracias a ti. Buenas noches. 
Buenas noches, maestro.
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