Estás allí…en el medio del tráfico atascado…; cuadras y cuadras de autos inmóviles delante del tuyo…; los demás conductores haciendo sonar sus bocinas sin parar…
Nadie sabe por qué el tránsito se ha detenido…(¿un accidente?...¿un piquete?...¿están reparando la calle?...¿un semáforo que no funciona?...),…nadie lo sabe…pero la irritación generalizada lo cubre todo con un manto espeso de enojo y exasperación…
Y allí estás vos…trabajador de la luz…sabiendo que te ¨corresponde¨ hacer la diferencia…(si no sos vos…¿quién?...si no es ahora…¿cuándo?...).
Respirás hondamente…y contactás con lo profundo en tu interior…, ese estado de Ser que está más allá de las contingencias de la vida…, esa vibración elevada a la que nada puede perturbar…, esa paz insondable, ajena a cualquier juego de los opuestos…
Allí…desde ese espacio de serena quietud…¨el teléfono puede sonar cuanto quiera¨…, pero a vos ya no te interesa contestar…
Ahora…, tu calmada aceptación de lo que es…de lo que sucede…de lo que está allí…; sin esperar nada…, sin pedir nada…, sin exigencias…, sin pretensiones…, sabiendo que todo es perfecto así tal como se presenta…, irradia desde vos una serena onda expansiva…, sosegando en silencio, sin ninguna alharaca…casi mágicamente…, los ánimos encrespados de quienes tenés cerca…
Esa vibración tranquila y armoniosa…que todo lo comprende…que todo lo abarca…que todo lo trasciende…, se esparce como un bálsamo refrescante a tu alrededor…
Los demás automovilistas, sin que sepan cómo ni por qué…, comienzan a tranquilizarse…; la exaltación anterior va dejando lugar a una actitud más relajada…más distendida…más pacífica…que se propaga ¨cuánticamente¨…en un solo instante…de conductor a conductor…
Los bocinazos cesan como por arte de magia…y al influjo de quién sabe qué sincronismo maravilloso…¡los autos empiezan lentamente a moverse…!
El atascamiento ha cesado…, el día recupera su ¨normalidad¨…¡ y el duende emocionado de la gratitud hacia tu Ángel, bailotea en tus ojos y juega en tu sonrisa…!
FIN
Por último, camarada de ruta…si en algún momento de tu vida, el viento de las circunstancias soplase tan fuerte que te nublara la vista…y en esa hora confusa lo vieras todo oscuro…, tal vez te sirva entonces rememorar estos versos… : ellos te recordarán, -en cierto modo-, que nada ni nadie puede afectarte…a menos que vos lo consientas…
Y esa recordación, seguramente activará dentro tuyo, -del mismo modo que la meditación precedente-, la serena frecuencia vibratoria de la paz interior…
Las tempestades de la vida
sacuden todo más y más…;
alrededor el mundo cruje…
…y adentro mío…¡ estoy en paz…!
La desodo es dolor…y a pesar de ello…
adentroconfianza va adelante…,
le sigut mío…¡ estoy en paz…!
Y es que no llega a perturbarme
la confusión de los demás…
porque mi anclaje no es terreno…
y adentro mío… ¡estoy en paz…!
Las circunstancias afligentes
no me lastiman ya jamás…
…voy de la mano de mi Ángel…
y adentro mío…¡estoy en paz…!
Jorge Oyhanartee el miedo por detrás…;
cunde la pena…y sin embargo…
adentro mío…¡ estoy en paz…!
Ya nadie cree más en nada
por engañoso y por falaz…
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