lunes, 25 de julio de 2016

"¿QUÉ ES ESO DE ¨VIBRAR ALTO¨...?" (poesía texto y video)




Hay algo que se menciona de manera repetida,
y no sé si últimamente de entendimiento ando falto,
o si estoy desconcentrado por cuestiones de la vida,
pero no logro captarlo…: ¿¡qué es eso de “vibrar alto…”!?
 
La vibración, compañero, es el movimiento interno
del electrón cuando gira en torno al núcleo del átomo;
una pulsación de onda que emiten todos los cuerpos:
¡no hay nada en el Universo que no se encuentre vibrando!
 
Esa oscilación constante tiene su propia medida: 
la cantidad por segundo se denomina “frecuencia”;
cuando cambia esa frecuencia, cambia también su energía
y así, consecuentemente, cambia su naturaleza… 
 
Aquí mismo, en este instante, también nosotros vibramos,
y son nuestros pensamientos vitales en nuestra historia:
según la naturaleza de aquello en lo que pensamos,
se acelera o lentifica nuestra tasa vibratoria.
 
Voy a ponerte un ejemplo para que lo captes bien:
intenta mentalizarte con lo que te iré diciendo,
repítelo internamente, y percíbete a la vez
tal y como si ese fuera realmente tu pensamiento:
 
“Voy de fracaso en fracaso…, marchando siempre a los tumbos…,
soy un pobre desgraciado…, un inútil…, un vencido…,
nunca llego a fin de mes…, ¡todo está mal en mi mundo!,
siempre solo…, siempre triste…, ¡no sé para qué he nacido!”.
 
¿Sabes? ¡De verdad hicieron que mi vibrar fuera lento
las emociones oscuras que en esas frases están…!,
y me sentí muy pesado…, me sentí viscoso y denso…,
¡como si hubiese caído en un pozo de alquitrán!
 
Ahora sintoniza en cambio una estación diferente:
una situación opuesta y una actitud muy distinta,
y de la misma manera que lo hiciste anteriormente,
vivéncialo internamente, a pleno, sin medias tintas.
 
“¡Todo en mi mundo está bien!: ¡el Universo me cuida!,
marcho seguro y confiado…, marcho sonriente y sereno…,
tengo amor…, tengo abundancia…, y tengo paz en mi vida…,
porque sé que me merezco todo lo bello y lo bueno…”
 
¡Vaya!, sí que lo he captado…: ¡qué enorme la diferencia!:
una ligereza extrema…, una liviandad total;
me sentí nítidamente vibrando en otra frecuencia,
mucho más en consonancia con quién soy…, mi Ser real…
 
Es que te sincronizaste con una onda muy alta:
la frecuencia vibratoria del amor y la alegría…,
y en su campo ondulatorio sientes que nada te falta,
¡porque te colma de gozo esa elevada energía!
 
¡Y hasta incide en tu salud!: la enfermedad vibra bajo,
y prospera donde encuentra negatividad y miedo,
más cuando halla una estructura celular que vibra alto,
sabe que no tiene chances de ingresar en su terreno.
 
Y cuéntame, compañero…, esa frecuencia elevada…,
¿acaso nos proporciona algún otro beneficio…?;
además de procurarnos una vida relajada,
¿nos conduce hacia otra fase a la que demos inicio?
 
Así es, amigo: ella activa algo aún más importante:
tu particular proceso de ascensión dimensional,
y sentirás que a medida que a tu conciencia la expande,
dejas atrás los cerrojos de la percepción lineal.
 
Por eso, buen camarada, si quieres vivir dichoso,
y además poder moverte por entre las dimensiones,
entrénate en procurarte pensamientos luminosos,
¡y tórnate en un celoso guardián de tus vibraciones!
 
Jorge Oyhanarte


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