lunes, 8 de agosto de 2016

LIBRO MAESTRIA EN FELICIDAD (Chamalu) Carta-23


CARTA-23
Mis emociones se quedaron indecisas y mis pensamientos salieron corriendo a cualquier parte. 
El lugar donde escribo está bastante poblado, es que lo mejor de la humanidad permanece encuadernado y empastado, en algunos casos con tapa dura. Cuando me interrumpen, mis ideas se desparraman por el suelo y, al buscarlas, a muchas ya no las encuentro. Mi primer viaje fue a Londres, un 26 de junio de 1988. Ocupé un asiento del segundo piso de un jumbo; eso fue antes de la Internet y los celulares, cuando era desconocido, incluso en parte para mí. Esperé el día entero, nunca llegó, en cambio, se presentó ella, se acomodó en el suelo, intentó decirme algo, se arropó en abundante timidez. Al marcharse, algunas mentiras se cayeron de su bolso. Haría cualquier cosa por saber lo que la gente piensa, casi nadie se molesta aparentando un bienestar que desconoce. Me siento mejor, empecinado en que la felicidad sea una primicia. ¿Sabías que eres único y que esta experiencia llamada vida no va a repetirse más? ¿Agradeciste el estar vivo? ¿Agradeciste por todo lo recibido? 
Mira, comencemos poniéndonos de acuerdo en algo: si amas la vida, no puedes vivir mal, entonces te propongo descartar cualquier complicación, expulsar de ti toda forma de insatisfacción, valorarte y confiar en ti. 
Siéntete bien contigo, eres valioso para ti; la vida es una aventura multidimensional a la cual tienes que presentarte completo. Valórate sin dejar de ser autocrítico y siempre da lo mejor de ti. No busques la aprobación de los demás, sé auténtico, sé tú mismo, pero da lo mejor de ti, entonces no importa que te aplaudan o censuren. Si la vida es lo único que tenemos y simultáneamente somos los únicos en el Universo con estas características, esta existencia se torna supervaliosa. 
Acéptate y disfrútate, la vida es increíblemente hermosa, pero tienes que comenzar aceptándote, valorándote y disfrutando de ti, tú tienes que ser tu mejor amigo, recuerda que solo tienes esta vida por ahora, con estas características. Acéptate sin complejos, descubre tus talentos, jamás te compares, acéptate y acepta que puedes cambiar, date premios cuando lo mereces, recuerda que superar obstáculos multiplica la felicidad. Si alguna vez no te invitan, no pasa nada, eres tú lo único que existe en el Universo, con estas características. Como mínimo, confía en ti, descarta el miedo al fracaso, fracasar es imposible mientras no te rindas; no subestimes tus éxitos ni los éxitos ajenos, apóyate en tus fortalezas, acepta, convéncete que puedes ser feliz y alcanzar tus mejores sueños, como también que puedes cambiar lo que sea necesario cambiar en ti. Ten una frase motivadora para cada día, confía en ti, sin embargo, debes saber cuándo pedir ayuda y si ella acude sin que la busques, saber recibirla. La depresión es un síntoma de la infelicidad, enfoca tu energía en ser feliz, crece con todo lo que te pase, apasiónate por lo que hagas, inflúyete positivamente y jamás te culpes. Sé siempre tú mismo, pero con inteligencia; si quieres llorar un rato, puedes hacerlo, pero a continuación y sin demora refúgiate de nuevo en tu felicidad, ahí radica tu centro y tu poder. No es bueno inventar cicatrices ni recordar lo que ya pasó, solo permanece atento al latido; estás vivo, esa es una excelente noticia. Selecciona las influencias que quieres recibir, arréglate y vístete como te gusta, sé siempre tú mismo pero con inteligencia; redescubre constantemente tu poder, incrementa tu sensibilidad, involúcrate en actos que cada vez realices de mejor manera, esto aumentará la confianza en ti mismo. Ya sabes el error de compararte, de igual manera el culparse o culpar a otros, la vida es una escuela para aprender, aprende, crece, comparte, disfruta, valora el hecho de estar vivo, no vivas para satisfacer expectativas de los demás, decide tú lo que está bien para tu vida. Hay un acuerdo fundamental que debes realizar contigo mismo: crecer con todo lo que te pasa, pero crecer disfrutando. Nunca dejes de prepararte, de soñar, de elaborar estrategias, descarta los consejos que no suman a tu crecimiento, expresa lo que sientes en el momento oportuno y de la manera adecuada; reconoce tus virtudes y lo que haces bien y también lo que hacen bien los demás, recuerda que todos nacemos desnudos pero traemos la semilla, esa es una buena noticia: eres la semilla de algo mágico y parte de algo increíblemente grande y maravilloso; es probable que lo más hermoso y poderoso aún no lo hayas descubierto en ti y, como no puedes vivir con un desconocido, embárcate en ese viaje de autoconocimiento, en ese madrigal misterioso que eres tú. 
Y que no te dé temor activar el volcán que descubriste, ni transportar valijas de sueños porque todo eso es posible pero no todo será necesario; vivir feliz es un espectáculo digno de imitar, ese es un primer paso a dar y luego rodearse de la gente adecuada, aprendiendo oportunamente a tomar las mejores decisiones. Te recuerdo que tu misión se medirá con tu evolución y con tu aporte a la humanidad; recuerda también que el otro es tu prueba y tu oportunidad de crecimiento. 
Cuando te encuentras contigo, cuando te amas y valoras, desde la felicidad que se instalará en ti sentirás que estás rodeado del Universo, porque la vida es un juego cíclico del orden cósmico. Recuerda también que de tu imperfección nace tu libertad, que solo los imperfectos pueden aspirar a la evolución, en ella está incluida la felicidad. Muchos te aconsejarán cómo instalarte mejor en la sociedad. Quiero en esta carta proponerte que te reconozcas y, al reconocerte, encender tu lámpara, pulir el diamante que eres, caminar sobre espinas si es preciso y avanzar indetenible. También me tocó atravesar oscuros túneles y hostiles bosques de incomprensión, también a mí me recibieron manos sin ternura y una indiferencia que golpeaba. Entonces me refugié en la poesía, sembré semillas de esperanza, planté hondo el árbol de la confianza en mí y acrecenté la estatura del amor propio. 
Fui incansable arquitecto de mi vida, jamás me di por vencido, entonces descubrí que mi alma nunca dejó de cantar. En la próxima carta, quiero contarte las claves de la imperturbabilidad, que me convirtieron en guerrero. Hasta pronto.
Chamalú.
http://elnuevodespertardelser.blogspot.com.es/

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