lunes, 26 de septiembre de 2016

De lo humano a lo divino (Capitulo 13º Nueva Vida, Nuevas Oportunidades)


Capítulo 13º 
NUEVA VIDA, NUEVAS OPORTUNIDADES La estancia de Paloma en Puerto Rico no fue fácil. Ella quiso alejarse del mundo que tanto conocía. No quiso dar más conferencias, ni echar las cartas, ni dar terapias, ni tener relación con gente de su pasado. 
Luchaba para no quedarse enganchada en el dolor y volver a su alegría habitual pero le resultaba muy difícil. Estuvo trabajando en el despacho de su amigo productor durante tres meses. Tres meses, los peores de su vida donde a sus 50 años tuvo que empezar de nuevo, sin fuerzas ni motivación, haciendo algo nuevo donde no se sentía preparada pero teniéndolo que hacer para poder sobrevivir. 
La gente de la oficina la conocieron en el peor momento de su vida, intentando superar una depresión que le había quitado las ganas de vivir y la alegría. No tenía fuerzas para enfrentarse a personas de energías muy bajas que solo la veían como una extranjera y se preguntaban por qué estaba en su país. 
Eso le acarreó muchas humillaciones. 
Por primera vez ella supo lo que era ser extranjera. Ella que su estandarte era la libertad, sufrió la discriminación de tener que aceptar que le pagaran menos por el solo hecho de ser de otro país. Alguna vez sintió, en todos los poros de su piel, la mirada de desprecio por ser española. Entendió más que nunca a tantos miles de inmigrantes que tienen que dejar su país y buscar en otro y sintió tristeza no sólo por ella sino por todos. 
En general, Puerto Rico es un país que ama todo lo Español, pero Paloma tenía que vivir esa experiencia y le pusieron con gente con poca sensibilidad. Ella tenía que pasar por un sinfín de emociones pues a eso había venido a este planeta. Alguien que no haya vivido esta experiencia es difícil que la entienda se decía Paloma 
Fue una de las peores emociones vividas. 
La primera Navidad que pasó lejos de sus hijos y su país fue horrible. Enfermó el día 23 de diciembre de una gripe que la tuvo en la cama todas las Navidades y se la pasó sin que se acordaran de ella y teniéndose que levantar para poder comer algo. 
A ninguna de sus “amigas” se le ocurrió pensar que para Paloma era el primer año fuera de su país y de sus hijos y no le debía de resultar nada fácil. Todo esto se añadió a todas las experiencias anteriores con sus amigas del pasado y se prometió a si misma que no iba a permitir que se aprovecharan más de ella. Paloma se estaba dando cuenta de lo egoísta que era la gente. Cuando la necesitaban siempre estaban en su casa pero en Navidad, cuando todo el mundo tiene compromisos con sus respectivas familias, nadie pensó en ella. 
No sabía que es lo que más daño le hacía, si darse cuenta de todo esto o no haber aprendido aun a no necesitar a alguien. Esta idea la ponía nerviosa y se preguntaba - ¿Cuándo dejaré de necesitar a la gente? ¿Cuándo dejará de dolerme el egoísmo personal de los humanos? Quizás a lo largo de la vida de Paloma fuera aprendiendo todo esto pero aún no había llegado ese momento. El estar lejos de España le dio la oportunidad de ir recuperándose no solo física, sino, lo más importante, psicológicamente. 
Poco a poco fue adquiriendo su aspecto físico anterior, aunque más delgada. Eso la hacía verse más atractiva. 
Los hombres fueron apareciendo y danzando alrededor de Paloma pero aunque ella luchaba por recuperar de nuevo la fe en ellos, parecía que tenía un magnetismo especial para atraer a todos los egoístas, que sólo pensaban en sí mismos y no miraban el estado emocional en que Paloma se encontraba. 
O quizás, si eran conscientes de ello y por eso se comportaban de esa forma, intentando aprovecharse de esas circunstancias por la poca resistencia que ponía. 
Paloma estaba tan necesitada de amor que al primero que le daba un poco se enganchaba de él, sin ver si le convenía o no. Así pasaron por su vida dos hombres puertorriqueños con los que tuvo relaciones. Cada uno de ellos le dio a Paloma algo que ella necesitaba. Ella no lo veía en ese momento porque era de tanta riqueza la enseñanza por la que estaba pasando que algunas cosas se le pasaban por alto. 
Un día se dio cuenta que no eran sólo los hombres quienes no la trataban como se merecía, sino casi todos los seres humanos que se cruzaban en su camino. 
En su mente comenzó a germinar la semilla de la sabiduría y a preguntarse, ¿por qué? Una vez más comenzó a analizar su vida y a darse cuenta que esta lección se repetía una y otra vez. Era como estar en un círculo y no poder salir de él. Siempre volvía al principio y Paloma estaba demasiado cansada como para volver a repetir las lecciones una y otra vez. 
Entonces recordó a su amado Maestro Ángel que una vez le dijo: “Tú aprendes cayendo en lo más profundo del pozo y cuando has llegado al final levantas tus alas y vuelas. 
Eres como el ave Fénix que revive de sus propias cenizas. 
Paloma no desaprovechaba ninguna oportunidad de aprender y un día supo encontrar la llave que abría cada una de las puertas que unía a cada ser humano que se había aprovechado de ella y esa llave se llama AMOR. 
Entonces recordó las palabras de Ángel, “COMO TU TE TRATAS ERES TRATADO”. - ¡Dios mío! ¿Cómo no me he dado cuenta antes? Ahí está el error, yo no me amo, no me valoro. ¿Cómo puedo pedirle a alguien que me ame, me respete o me valore? Así no funciona el Universo. Yo sabía esto. ¿Cómo es que no me he dado cuenta antes? Ese es mi error y a pesar de creer que lo sabía no me había concientizado. Por eso tantas humillaciones, era lógico, era el momento de decir, ¡ya basta! Tengo que ser yo quien lo diga. Nadie lo puede decir en mi lugar. Esa es mi GRAN LECCIÓN, AMARME y no permitir que nadie me haga olvidar lo más importante por lo que yo he venido a este planeta, para AMARME. 
Ese es el gran paso para volver a casa (a DIOS). En el momento que recupere mi poder personal y me ame, ese será el primer paso para volver a casa. Para Paloma fue como quitarse el gran velo que le ocultaba la mayor verdad que los humanos deben descubrir por sí mismos. 
Esa verdad le dio nuevas fuerzas para seguir y, a partir de ese momento, alejar de su vida a las personas que venían con egoísmo pensando sólo en ellas. Esta nueva prueba no le resultó fácil pero ya no había marcha atrás. 
Había emprendido el camino del amor y no lo podía detener. Un día recibió un mensaje donde una vez más tenía que actuar con fe, confiando ciegamente en sus Maestros. 
El mensaje le decía que tenía que dejar el trabajo en la oficina de su amigo, alquilar una casa y empezar su nueva misión, CREAR UN GRUPO DE CRECIMIENTO PERSONAR EN PUERTO RICO. Fue un salto al vacío. 
Sólo había estado tres meses en la oficina de su amigo y no tuvo tiempo suficiente de ahorrar dinero. Ahora le pedían que dejara el trabajo que era lo único que tenía. 
Debía crear nuevamente un centro. ¿De qué iba a vivir? Sabía que si había escogido el camino adecuado nunca le faltaría de nada. Y así fue. Desde el primer momento, económicamente, tuvo dinero suficiente para vivir bien. 
Poco a poco y conforme ella se iba sanando, iba escuchando y, a la vez, aconsejando a personas que querían ser ayudadas por ella. 
Formó un grupo de gente que quiso crecer con ella y una vez a la semana se reunían. 
Al principio solo querían sus conocimientos, pero poco a poco el grupo evolucionó y los que no querían o no estaban en la vibración de crecimiento se alejaron. 
Cada persona que se fue se llevó un trozo del corazón de Paloma, pero ella seguía dando su amor y sus enseñanzas a quien estuviera dispuesto a aprender. 
Del mismo modo que le pasó en el centro de Valencia. Ella fue la primera en aprender y crecer con las enseñanzas que los Maestros les transmitieron por medio de ella. 
El primer mensaje de un Maestro con el que Paloma no recordaba haber conectado antes fue cuando se preparaba para comer. 
Estaba cansada, había hecho dos terapias y era tarde para prepararse el almuerzo. 
Por eso se hizo sólo una ensalada que no le apetecía demasiado pero era lo más rápido de hacer y con mala gana se dispuso a comer. 
En el momento que se disponía a hacerlo, escuchó una voz que le dijo: 
Mensaje Maestro Enoch RECONOCEROS COMO LO QUE SOIS, DIOSES Todo acto humano es sagrado, pero al no reconoceros como Dioses capaces de hacer grandes cosas no le dais valor a cualquier acto de vuestra vida. Tenéis un ejemplo en el comer. ¿Alguna vez habéis pensado el acto divino que supone comer? Fijaos... os metéis dentro de vuestro cuerpo unas energías diferentes a las vuestras, vuestro cuerpo tiene primero que deshacerlas, triturarlas y paso siguiente descomponerlas y transformarlas en proteínas, vitaminas, minerales, etc… 
En definitiva, entra una energía por vuestra boca y vosotros como Dioses creadores, la transformáis en energía necesaria y beneficiosa para vosotros. 
La convertís en todo lo que necesitáis para que vuestro espíritu pueda seguir viviendo en ese cuerpo que tenéis. ¿Esto no os parece un acto maravilloso de CREACIÓN DIVINA? Ese fue el primer mensaje de los muchos que vinieron después. 
Todos llenos de sabiduría y enseñanzas prácticas para el humano. 
Lo que unían a todos ellos era la sabiduría que emanaban. Les hablaba de cosas prácticas de la vida diaria. Como si les estuvieran enseñando a “un mejor vivir“, a ver la vida bajo un punto de vista distinto al que todos lo estaban viendo. Cuando Paloma canalizaba a sus Maestros no les preguntaba sus nombres. 
Ella sabía que en esas dimensiones “TODOS SON UNO”, por lo tanto no se etiquetan. 
Por eso se extrañó que desde el primer mensaje este Maestro se identificara como ENOCH. Para Paloma era un Gran Maestro que le estaba enseñando mucho. No tuvo muchos mensajes de Él pero los que tuvo estaban llenos de sabiduría. Para ella fueron tan importantes que quiso compartirlos y los envió por la red de internet llegando a muchos trabajadores de la luz. Así, Paloma poco a poco fue volviendo de nuevo a su misión de abrir la conciencia de los humanos y acercar los mensajes de los Maestros a otros trabajadores de la luz que no tenían la facilidad de ella. 
Sin que ella lo buscara se le ofreció la oportunidad de participar durante unos meses en un programa de televisión puertorriqueña. Eso le dio una nueva seguridad en sí misma. 
Al ser un programa hecho en directo, la obligaba a estar atenta y no pensar en otra cosa que no fuera responder a las llamadas recibidas. 
Al mismo tiempo, participaba una vez por semana en un programa de radio a la hora de mayor audiencia. Poco a poco fue siendo muy conocida y su popularidad llegó al punto de ser reconocida cuando iba por la calle. 
Para Paloma esto carecía de importancia. Siempre que la reconocían no sabía qué decir y se sentía incomoda. Ser famosa no era su meta, pero sabía que esto era un escalón más para superar su depresión, sus inseguridades y la poca valoración de sí misma. 
La admiración de las gentes que la seguían día a día le dio la oportunidad de superar todo esto y darse cuenta que, a pesar de que meses atrás se sentía el ser más insignificante del Universo y quería morirse ahora, a pesar de las pruebas por las que estaba pasando y de los momentos que creyó no los podía superar, lo estaba haciendo. 
Gracias a ello sacó la nueva fuerza que ahora tenía. La fuerza que da el saber que todo lo que no le gustase lo podía cambiar. Había hecho tal metamorfosis que pasó de sentirse gusano a convertirse en una hermosa mariposa. 
Su vida estaba siendo tan rica y había vivido tantas experiencias que con 51 años se daba cuenta necesitaba muy poco. Había conseguido una paz interna difícil de comparar con algo exterior.
http://lasalmaseternas.blogspot.com.es/

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